CAPÍTULO 6

Tiempo estimado de lectura: 5 minutos

DISCLAIMER >> 
Este libro explora la vida en los márgenes de la sociedad a través de historias crudas y honestas sobre música electrónica, sexo, drogas y libertad. Su lenguaje directo y temas sensibles buscan reflejar la autenticidad de una cultura que desafía las normas establecidas.
Advertimos que algunos capítulos contienen lenguaje explícito y referencias a situaciones adultas. No buscamos glorificar conductas de riesgo, sino ofrecer un testimonio sincero que invita a reflexionar sobre la búsqueda de identidad, conexión y trascendencia.

Léelo con mente abierta y responsabilidad.

NECESITO FOLLAR

Estoy en Plaza España, salido perdido, drogado hasta la putas cejas, con los bolsillos llenos de pasta y la mitad de la sangre de mi cuerpo en mi polla. 

Llamo a un taxi, tardan en parar, normal, hay que estar gilipollas para pararse a recoger a un bakala como yo. Para un gilipollas, le digo que quiero ir a Alcorcón y le tiro en el asiento un billete de los gordos. Me ha costado un imperio decirle la dirección, puta coca, ahora quiero otra raya más.

Me tiro desde Principe Pio hasta 4 Vientos para decidirme a sacar la bolsa, a la altura de Alcorcón lo doy por imposible, tiene que estar flipando, me suda la polla.

Le digo que pare en la renfe de San José de Valderas. Me da el cambio y no me falta nada para salir de ruedas, saco el móvil y empiezo a mirar la agenda, Sandra gogo, BINGO!, a la primera.

-¿Hola?

-¿Qué tal princesa?.

-Hola , Jano, ¿qué tal?

– Bien, acabo de llegar a mi barrio, ¿tu que haces?…

Esta era la conversación estándar, dos frases más y estaría claro que íbamos a follar…

-Pues en casa, con mi novio.

-Ah…

No íbamos a follar…

-Pero se va ya. ¿Qué vas a hacer?

Si íbamos a follar!

-Pues si quieres quedamos y vamos a casa de un amigo a colocarnos.

-Vale, dame un rato y…

-Coge un taxi, yo te lo pago.

-Joe me da cosa.

-Avenida de Lisboa N16 5D.

-Vale, te aviso cuando llegue.

Ella era la hostia, Rubia platino, super blanca de piel, ojos azules oscuros, podías hundirte en ellos y no querer salvarte jamás. Dulce, con un tono de voz que tranquilizaría a cualquiera por muy drogado que fuera. Era un ángel con alma de demonio.

Habíamos follado antes, en camerinos, en callejones y hasta en la parte de atrás de un autobús, ahora lo íbamos a hacer en una cama por fin. Llega por fin, estaba tan nervioso que no me quise poner ni una más hasta que llegara, es más, había pillado a mi colega otros 5 gramos, por lo que pudiera pasar.

Viene con un vestido ajustado y unas Adidas, como me conoce, me da un beso con esos labios rosas, gruesos, preciosos. Le pregunto que qué tal está con la voz entrecortada, me dice que bien, que tenía muchas ganas de verme, le miento, le digo que yo también pero me habría dado igual ella que otra.

Me siento mal, y como respuesta saco el animal que llevo dentro, la desnudo mirándola a la cara, su expresión cambia, de dulce a sumisa, me arranco la ropa, me sobra todo, solo quiero meterme dentro de ella.

Recuerdo lo aprendido hace un día y decido hundir mi cabeza entre sus piernas, ella se extraña, nunca lo había hecho, me agarra la cabeza, me aprieta contra ella, la oigo aguantar los gritos, agarro sus manos encima de mi cabeza y la obligo a empujar más fuerte. Se va a correr, lo noto, se retuerce y me dice que pare, no paro, no pienso parar por mucho que me grite que lo haga, se corre mientras mis ojos se hunden en los suyos otra vez, nunca había visto esa expresión en su cara, nunca.

Tiembla, está temblando, empapada, me levanto y voy al baño a por una toalla y a la cocina a por agua, vuelvo a la habitación y no se ha movido ni un milímetro, la observo desde el marco de la puerta, totalmente empalmado, sudando, con mis venas a punto de estallar.

Derramo agua en la toalla y la paso por todo su cuerpo, su piel se eriza al paso de mi mano y mi cuerpo se junta con el suyo, yo ardiendo, ella más.

Me seco las manos, cojo la carátula de un CD y vuelco casi dos gramos, busco un billete, lo enrollo, aspiro…puedo notar perfectamente cada roca rebotar contra mi tabique, como el sabor amargo se apodera de mi paladar, como mi sangre empieza a 

absorber la cocina. Una raya por un lado, otra por el otro, un latigazo de energía fabricada en Colombia recorre toda mi médula espinal, adoro esta sensación ficticia y tan real a la vez de invencibilidad.

Dejo la toalla a un lado de la cama, el resto del agua me la tiro por encima, me empapa entero, noto cada puta gota resbalar por mi cabeza, por mi pecho, por mi polla.

La semana que viene más y mejor…

Este capitulo pertenece al libro “Cocaína, Sexo y Techno” escrito por Alex Hertz y que podrás leer aquí semanalmente en exclusiva.

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Álex Hertz

About Author /

Alex Hertz es un DJ y creativo con raíces en el diseño gráfico. Ha colaborado con marcas de renombre en la música electrónica, desarrollado campañas para festivales y trabajado con artistas internacionales. Además, ha diseñado colecciones de moda y merchandising que fusionan su estilo gráfico con tendencias actuales, destacando por su innovación y versatilidad.

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