BENJA MOLINA: Del Madrid clubber al progressive house con ADN propio

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En NODIVADJS no nos van los artistas “correctos” y previsibles. Nos gustan los que vienen con historia, con bagaje, con esa mezcla de hambre creativa y cicatrices de trinchera que solo da el tiempo y la experiencia. El próximo 20 de septiembre aterriza en nuestro programa Benja Molina, un productor y DJ que lleva más de veinte años jugando a contracorriente, esculpiendo su propio sonido mientras la industria anda ocupada contando likes.

Lo suyo no fue casualidad ni moda pasajera. Lo vio claro a los 14 años, una noche que entró en un club por primera vez. Fue el típico momento cinematográfico: luces, humo, graves atravesando el pecho… y la revelación de que no quería estar en la pista, sino detrás, creando la música que movía a la gente. Desde entonces, ha sido fiel a esa visión.

Su sonido no se explica en una sola etiqueta: es progressive house con melodías elaboradas, groove heredado del techno y atmósferas que se clavan, entre lo emocional y lo nostálgico. Una narrativa sonora que no pide permiso ni sigue fórmulas de marketing: cada track es una historia, y cada historia tiene su propio pulso.

No hablamos de un artista anónimo. Su música ha resonado en la órbita de Hernán Cattáneo, quien personalmente se puso en contacto con él. Y en su discografía figuran sellos de peso como UV (Ultraviolet), FSOE (Future Sound Of Egypt), UNIVACK y Mango Alley. En cuanto a colaboraciones, ha cruzado fronteras y estilos: Ilias Katelanos & Plecta (Grecia), Ntchbl (Serbia), Cendryma, Gorkiz (Brasil), Wen B (Milán) o Blind Passenger (Berlín).

En el estudio, Benja es un tipo práctico pero obsesivo con el detalle. Trabaja con Ableton Live, exprime el Serum, juega con delays y puertas de ruido como si fueran pinceles, y construye atmósferas donde cada sonido tiene su lugar. En cabina, por ahora, mantiene el setup estándar, aunque ya planea añadir un teclado MIDI y VSTs para desatar otro nivel de control y expresión.

Este septiembre y octubre no piensa levantar el pie: vienen varios lanzamientos que mantendrán su rastro en las playlists de medio planeta, además de un proyecto que (palabras suyas) “estamos moviendo con papeles y todo, porque va a ser muy chulo”. Y sí, hay actuaciones previstas dentro y fuera de España.

Fuera de la música, Benja se pierde en la fotografía (la estudió y se nota en su ojo para los detalles), sueña con coleccionar coches (de momento en miniatura) y recarga pilas frente a puestas de sol en la playa. No es postureo: es su combustible creativo.

Pero donde más claro se ve su perfil NODIVADJS es en su visión de la industria. No le tiembla la voz al decir que el panorama actual está “lleno de artificio y humo” y que lo que debería importar (la música y el talento) a menudo queda eclipsado por cifras de seguidores, muchas veces comprados. No le interesa jugar a influencer: le interesa seguir siendo artista. Su consejo para los que empiezan:

“Busca tu identidad y no sigas las modas. A no ser que seas tú quien las cree.”

En un mundo que premia la inmediatez y la copia, Benja Molina es de esos que prefiere construir algo que dure. Y por eso, el 20 de septiembre, su paso por NODIVADJS no será solo una entrevista más: será una conversación entre gente que habla el mismo idioma, sin guion, sin prisa y sin miedo a decir las cosas como son.

Síguelo:
Instagram: @benja_molina_spain
Spotify: Benja Molina

Escúchalo en NODIVADJS: 20 de septiembre. Si buscas música que sienta y no solo que suene, te conviene no perdértelo.